_one_year_later_

4 11 2008

Ha pasado un año. La sensación es muy ambigua. Por un lado parece que fue ayer, que hace nada de aquella tarde, y por otro lado piensas en la cantidad de cosas que han ocurrido, las que hemos hecho y las que nos ha tocado vivir y bueno… parece una eternidad. Lo mejor de todo: las comparaciones. Es inevitable, pero cada vez que uno mira atrás tiene que hacer balance y sacar conclusiones… ¿mejor o peor? y de esas conclusiones saldrán las intenciones. Así funciona más o menos. Mi balance… JeJeJe… otro día. Adelanto que evidentemente es especial, muy bueno. También adelanto que no me lo esperaba y me ha pillado un poco de sorpresa.

Consejo, que dicen que no se deben dar así a lo loco… bueno, aún así… ¡sed felices! tanto o más de lo que seáis capaces. Es lo que tenéis que intentar a toda costa. Esa es la única batalla en la que no hay cuartel que valga, nada de treguas. La felicidad nunca llega, está aquí ya y hay que sentirla. Si lloráis por una mujer, o por un hombre, disfrutad el sentimiento; no es masoquismo, es sólo que eso es necesario para descubrir sensaciones mejores o más agradables, más reconfortantes para el corazón. Es necesario pasar por todos los estados. Siendo esto así, intentad descubrir lo mejor de cada uno. Que no lográis alguna de las metas que os propusisteis… bueno, ampliad los plazos 😉 o reiros de lo torpes que habéis sido y andando; esperad volver a ser igual de torpes a la siguiente y así entonces incluso os reiréis viéndolo y ya está, y cuando os canséis de reíros de las torpezas pues os ponéis en un momentillo y hacéis lo que tenéis que hacer para lograr lo que sea. Se acabó. Así, y felices todos. ¿Que te agobia no llegar a fin de mes por ejemplo? (que seguro que alguien tiene esa excusa para justificar su ‘infelicidad’) Escucha, ¿te pagan por estar triste? ¿y por lamentarte? JeJe! entonces, busca la manera de solucionarlo, pero nada de lamentaciones, no. Risas y alegría. Te ayudará a encontrar el modo, seguro. Pensamos mejor cuando andamos contentillos que cuando no.

Bueno, lo cierto es que hay momentos que parecen acabar con uno, yo los llamo ‘ladrones de ilusiones’ y pretenden eso, robarnos lo que nos mantiente ilusionados y animosos ante cualquier cosa cada día. Pero como sabemos cómo son, por qué se caracterizan y qué pretenden, pues creo que tenemos cierta ventaja a la hora de lidiar con ellos y no dejar que barajen nuestro día a día. ¿Qué te gusta más? ¿estar contento o estar triste?. A mí me gusta más estar contento, siendo sincero 🙂