de_ruta_por_la_peninsula

3 06 2012

Poquito a poco se acerca el día; yo estoy cada vez más emocionado.

En poquito más de un mes si todo sale bien estaré en marcha, sin internet, sin música, a solas conmigo mismo pedaleando, parando a comer cuando me de la gana, que no lo que me de la gana, durmiendo en el suelo, en una playa o en algún claro de algún bosquecillo, donde pille, con el sol por despertador cada mañana, el mar, pueblos, ciudades, gentes que descubrir y conocer, amigos y conocidos con los que encontrarme… averías e imprevistos que seguro habrá y malos momentos sé que también los habrá pero también sé que merecen la pena y mucho.

Así que he empezado a subir las etapas para que quien quiera pues pueda consultarlas. Insisto una vez más en que sólo son para estimar cómo será el viaje porque luego siempre ocurre otra cosa, tomas otro camino o te detienes en un pueblo sin más. Bueno, pues eso, que las estoy subiendo aquí a través de BikeMap.net. La serie se llama IBÉRICA y no Heracles como pensé al principio únicamente para que no haya confusión en el caso de quien ande buscando los mapas a través de los buscadores y se sepa enseguida a qué se refiere. Ruta Ibérica es bastante descriptivo de lo que es en sí misma, ¿no?… aquí está:

No me digáis que no es emocionante… a mí me tiene loco sólo pensarlo.

En fin, ya iré subiendo más etapas estos días.





a_Santiago_contra_el_cáncer

28 05 2012

Veréis, se me ha planteado intentar hacer esta carrera; os comento porque creo que es muy interesante:

Se trata de una iniciativa que la Escuela del Corredor ULE El Chorco pone en marcha y que actualmente cuenta con el apoyo de La Caixa y evidentemente de la Asociación Española Contra el Cáncer. Se presentó hace apenas unos días así que el proyecto ya está en marcha. (Ver la noticia en La Crónica de León)

   

Según dicen en la web del evento, todos podemos hacer algo más para apoyar la lucha contra el cáncer. Nuestra particular manera de cubrir el Camino de Santiago es una manera de recaudar dinero y, sobre todo, de conmover las conciencias. Nuestro lema: «Correr es vivir contra el cáncer»

Y así es como se ha planteado una carrera que ya es de por sí emocionante. Cuando tuve noticias de la primera edición en octubre de 2011 me conmovió la idea; entonces no fue más que una primera toma de contacto para ver o estudiar la viabilidad de una carrera de este calibre con más corredores y ahora es una realidad que está a punto de cambiar las vidas de mucha gente.

Las de los participantes por un lado. La emoción de correr, el sacrificio, cada kilómetro recorrido, el ánimo que te infunde el compañero o el apoyo que le brindas en esa subida imposible, el aire en tu cara mientras tus piés te llevan hacia esa meta, el equipo de relevo y la emoción de ese fugaz encuentro, la expectación de la gente a tu paso, cada pueblo, cada flecha amarilla, todo esto se suma inexorablemente a la magia y la embriaguez en la que te sumerge el Camino de Santiago, su espiritualidad y su historia, y a la recompensa que en este caso no es otra que saber que has formado parte de esa lucha silenciosa y prolongada, cómplice y burlona, repleta de esperanza, de orgullo y satisfacción que tanta gente libra a diario contra el cáncer, un mano a mano todos juntos.

Y por otro lado las de todas aquellas personas a las que la vida de alguna manera les ha brindado un cara a cara con la enfermedad. Bien pacientes, familiares o voluntarios que día a día lidian unidos por la esperanza de una vida mejor y desde luego mucho más humana. Digo que cambiará sus vidas porque detrás de todo lo que se pueda recaudar podrán ver el rostro de todas esas personas que unidas abrazan el compromiso y la ilusión de intentar cambiar las cosas, convertirlas en mejores y sobretodo compartirlas.

Por eso es por lo que en cuanto supe de esta carrera me ilusionó más que ninguna otra cosa y estoy seguro de que cualquiera que esté leyendo esto y eche un vistazo al blog de la carrera sentirá poco menos que una tentación irrefrenable de salir corriendo ya mismo.

Bien, pues como habéis visto, para poder hacer esa aportación a la AECC, cada corredor debe contribuir con 200€. Y aquí es donde yo os pido vuestro apoyo. Cada donación o aportación irá acompañada, aquel que lo desee, de su correspondiente reconocimiento en la web de la cita. Creo que no es difícil, y espero que no lo sea, alcanzar esta cantidad que estará destinada íntegramente a la AECC. Los corredores ya disponemos de soporte logístico y pernoctaciones gracias a la colaboración de empresas y patrocinadores que ya han cubierto estos aspectos de la carrera.

Ahora sólo me falta tu apoyo. ¡El 29 de junio todos, tú también, corremos contra el cáncer!

Por favor, no dudéis en contactar conmigo a través del email pedroaguera@gmail.com o teléfono 620150898 para conocer más detalles sobre cómo realizar las aportaciones además de las ventajas fiscales que estas ofrecen.





un_viaje_sin_hilos

20 05 2012

Imagina que vas a hacer un viaje; tienes que llevar lo que vayas a usar, tú, nadie más lo va a llevar por ti. Puedes comprar cosas a lo largo del viaje, evidentemente, pero en cualquier caso, sea lo que sea, lo vas a llevar tú. Cada cosa cuenta. No por el peso sino por la necesidad a fin de cuentas. Entonces, la pregunta es ¿qué te llevarías? o también me vale, ¿qué no te llevarías?. Y puedo hacer una más, ¿qué crees que necesitarás?.

Bien, ahora os cuento; primero os pongo al tanto. Estamos a menos de dos meses de coger las vacaciones de verano; algunos ya sabéis que tengo pensado hacer un viajecillo dando la vuelta a España, bueno, a la península, en bicicleta. Aquí en el blog aún no he comentado nada apenas por falta de tiempo pero en breve daré detalles.

De momento un pequeño avance; se supone que el día 9 de julio podré salir de León con mi bicicleta rumbo a Portugal, a Porto, para desde allí seguir hacia el sur pegado a la costa: Lisboa, Huelva, Gibraltar, Málaga, Almería y Cartagena donde pararé, si hay tiempo, unos días a ver a mi familia, y de seguido, Alicante, Valencia y Castellón; dejaré la costa para ir hacia Zaragoza, Pamplona y alcanzar la costa cantábrica en San Sebastián y seguir, Santander, Gijón y de nuevo León. Así de primeras salen algo más de 4000 kilómetros. Ya veremos al final qué pasa.

Esto está pre-programado en unas 42 etapas como véis en el boceto que he hecho; es sólo para tener una pequeña idea de si es posible hacerlo en el tiempo que tengo de vacaciones aunque luego no respete ni los sitios ni los días esos porque nunca se sabe qué puede surgir.

Ahora, y a lo que iba cuando abrí esta entrada; ¿en que plan?. Pues veréis, esto sí lo he comentado en varias ocasiones, estos dos años, desde que hiciera el Jakobusweg, han sido unos años de importantes cambios en mi vida; muchas cosas han dejado de ser para que otras fueran, algunos los he provocado o al menos los he intentado, otros han ocurrido y he tenido que hacerles frente. Me he encontrado conmigo mismo, me han vencido mis debilidades y he logrado metas gracias a mis fortalezas. He descubierto parajes recónditos que sé que no voy a volver a visitar, también he conocido a gente interesante y a gente a cuyo lado no quiero caminar; he aprendido cosas buenas y me he dejado llevar por la comodidad de lo aprendido evitando el esfuerzo en otras. Y mucho más. Ahora tengo este viaje en mente; hace unos meses la idea que tenía era la de viajar a Islandia y dar la vuelta a la isla en bicicleta, por ocio. Eso económicamente ahora no es viable de modo que abandoné la idea. Fue pasando el tiempo y sin darme cuenta surgió una pequeña necesidad que se ha materializado en este viaje por la costa de la península Ibérica. Es un proceso similar al que ocurrió cuando hice el Camino, y no cuando atravesé Andalucía. Poco a poco, día a día, se va acumulando un poquito más de necesidad de desconectar, de regresar a las cosas que me hacen sentir a gusto conmigo, dejar que pasen un poco de largo todas esos lastres que enmascarados como necesidades se nos cuelan en el día a día no dejándonos ver lo que ocurre ante nosotros, la vida.

Hay algunas cosas fundamentales que diferenciaron los viajes de Alemania y Andalucía; por un lado el dinero y por otro la comunicación. En el Camino apenas llevaba dinero y sin embargo en Andalucía tenía mi tarjeta de crédito para emergencias. En Alemania no tenía más que un móvil para hacer llamadas si ocurría algo y en Andalucía llevé un smartphone con conexión a Internet. También, más fundamental aún si cabe, el viaje de Alemania era necesario y el de Andalucía no. En Alemania no tenía música y por Andalucía todas las noches escuchaba música al acostarme. Y ahora resulta que este se parece mucho más al viaje de Alemania que al de Andalucía, haciendo referencia a estos tres detalles que os cuento. Parecen tonterías pero se trata de experiencias totalmente diferentes. Somos adictos a estas cosas y dejamos de percibir lo que hay en nosotros mismos, en nuestro entorno y en las personas que nos rodean. No se pueden comparar las experiencias porque son como os digo, de distinta índole. En Le Puy-en-Velay no recuerdo el tiempo que pasé sentado en las escaleras de una plazoleta desmoralizado por las inclemencias del tiempo y las averías en la bicicleta, queriendo coger un tren de vuelta a Cartagena y sin dinero para ello, llorando y sin saber qué iba a pasar esa noche, sin saber cómo podría continuar el viaje al día siguiente con la bicicleta así… En Andalucía subía fotos al facebook o a enviaba tweets de vez en cuando y mi preocupación era que el móvil tuviera batería o encontrar lugares en los que cargarlo… sin duda no se puede comparar. Y resulta que uno me gustó y el otro no, así que sin querer, este viaje lo estoy planteando cada vez más seriamente de esta forma; sé que es necesario y por eso he decidido que le voy a dar más prioridad que a otras cosas que puedan surgir; apenas llevaré dinero y el teléfono… un Nokia3109c va que se mata.

Ahora que puedo comparar puedo a la vez contestar a esas preguntas del principio… sé que las cosas que necesito son muchas menos de las que creemos de buenas a primeras pero sobretodo sé que no necesito las redes sociales, que no necesito estar día y noche localizado o dinero para comer y cenar en bares o restaurantes cada día. Sé que puedo cocinar en medio de la nada, que las cuatro o cinco personas que son importantes y que quiero visitar a lo largo de mi viaje estarán esperándome a que llegue, que la música la llevo dentro y es emocionante, sé que no necesito ni cambiarme de ropa a diario ni lavar la ropa a diario, ni ducharme, por supuesto. Y también sé que es maravilloso descubrir de cuánto eres capaz cuando crees que no puedes continuar. Eso es maravilloso sin duda, más que nada.

Así pues, tú ¿qué te llevarías?





disCamino_y_el_Camino_de_los_Sentidos

3 03 2012

En el año 2009 Javier acompañó a Gerardo en su primer Camino de Santiago desde Roncesvalles. Tardaron 12 días en recorrer el Camino Francés en un triciclo adaptado para ambos haciendo historia. Digo que hicieron historia porque Gerardo es sordociego. Efectivamente, no ve y no oye y necesita el apoyo contínuo de quienes le rodean y ahí está Javier. Ambos hicieron el Camino de Santiago dejando una huella asombrosa. Cuando conocí su proyecto personalmente me quedé impresionado y admirado. Es de una magnitud colosal.

Desde entonces, en estos dos años, han continuado con su aventura personal convirtiéndola en un referente de valores que inspira a muchísima gente. Han recorrido el Camino del Norte y han viajado con la Bicicleta de la Esperanza desde Madrid hasta Santiago en compañía de Juan Sebastian.

El proyecto que tenían para este año 2012 era hacer el Camino de Levante, sin embargo ha habido un cambio de planes y el Camino de los Sentidos en esta ocasión se cruza con DisCamino.

DisCamino es un proyecto que emprende Javier Luque con su hijo antonio que padece parálisis cerebral y se disponen a recorrer los 800kilómetros que separan Roncesvalles de Santiago de Compostela. Qué mejor que ir de la mano de Javier Pitillas para que definitivamente este tipo de proyectos adquieran la mayor relevancia posible, para que sirvan de inspiración y ayuden a tomar conciencia sobre las capacidades humanas que siempre están tan por encima de lo esperado. Así es como poco a poco, sin tenerlo planeado, el Camino de los Sentidos y DisCamino este año pedalean juntos.

Hace ya varios años circulaba un vídeo por Internet que me llamó la atención. Dick y Rick Hoyte, padre e hijo, participaban en una triatlón, una de las más de 1000 carreras de distintas modalidades que han completado desde la primera de 5 millas en 1977. Han cruzado los Estados Unidos a pie y en bicicleta recorriendo más de 6000 kilómetros y han participado en 6 IronMan Challenges. El vídeo en cuestión, como os decía, muestra una de estas pruebas y es emocionante, desde luego.

Yo creo que esto ya sentó el precedente para generaciones posteriores en las que hemos podido encontrar casos verdaderamente increíbles en los que se demuestra que las capacidades del hombre son infinitas y alentadoras.

Volviendo al Camino de los Sentidos, algo que me llamó mucho la atención fue que Gerardo hizo el Camino y Javier lo acompañaba, quiero decir que no empujan su silla o lo llevan en bicicleta. Y por otro lado Javier Pitillas: no es su padre, ni su hermano… es un amigo y puedo decir que desde mi punto de vista le da un significado a la palabra «amigo» único hasta el punto que me cuesta creerlo a veces cuando pienso en ello. ¿Amor?, ¿Compromiso?, ¿Voluntad?, ¿Ilusión?… no puedo hacerme a la idea de en que magnitud puede llegar a sentir Pitillas cualquiera de esos valores o emociones. Me causa admiración.

Así que visto esto, ya sé que el día uno de julio llegarán, si todo ha ido bien, aquí en León y a mí me gustaría verles.

En el texto de esta entrada hay enlaces a las páginas y blogs que tienen. Os digo esto porque además del itinerario, información sobre asociaciones y proyectos que están relacionados, hay un apartado en el que se pueden comprar kilómetros, monumentos o ciudades y lugares especiales del Camino para ayudarles a llevar a hacer realidad este sueño. Echádle un vistazo, os gustará.

Nada pues, que nos vemos el uno de julio, ¡Buen Camino!





bienvenido_a_casa

3 03 2012

Acaban de salir de la Oficina del Peregrino con sus Credenciales Compostelanas, se miran y sonríen al darse cuenta de que no pueden parar, el Camino aún no ha terminado.

Cuando vine aquí en septiembre se me pasó por la cabeza que me gustaría vivir en León, en la ciudad. No era más que una intención. En septiembre no me preocupé mucho por eso, trataba de adaptarme a lo que había a mi alrededor y ya había decidido dejar eso a un lado para más adelante.

Antes de Navidad, paseando por el centro de León, ví un piso que me gustaba: estaba justo detrás de la Catedral. Tardé en decidirme y cuando por fin quise cogerlo lo habían alquilado. Suele ocurrir en la vida… esperas y los trenes se marchan aunque tal vez con algún fin porque poco después cuando fui a una inmobiliaria a preguntar me enseñaron un piso en la misma calle Ancha. Ya lo había visto y ni pregunté por él porque creía que se quedaba fuera de todas mis posibilidades.

Por cosas que uno no se imagina, o yo al menos no me lo imaginaba, pude manejarlo de forma que me hice con él. Era un último piso, un tercero con balcones que daban la calle Ancha completamente vacio, no había ni una escoba, bueno, por no haber no había ni agua ni luz, pero desde él se ve toda la calle Ancha, la Casa Botines, el Palacio de los Guzmanes y la Catedral de León. Me dejó prendado así que gasté todo el mes de enero en arreglarlo todo, en limpiarlo a fondo, en arreglar cosillas que no me gustaban y en comprar y poner muebles hasta dejarlo a mi gusto por fin.

Lo curioso de todo es que ni en Murcia ni en Cartagena he sentido las casas como mías en todos estos años, es más, he tenido siempre la sensación de que estaba de paso. Y resulta que ahora aquí me siento mejor que nunca. Es una sensación asombrosa, deliciosa y desde luego acogedora.

Ahora estoy viendo The Way. Los que me conocen jamás imaginarían que diría algo así porque siempre me ha gustado estar en la calle, caminar, mirar, ir a un bar a tomar un cafetillo o cualquier cosa para retrasar la hora de llegar a casa. Y como os digo, ahora estoy en casa, he cenado y viendo una película… me resulta extraño.

the Way, hablando de todo un poco, es una película de Martin Sheen que se estrenó en el 2010, justo después de mi Camino de Santiago, el que cambió toda mi vida y aún a día de hoy sigue cambiándola.

En este momento el gitano, Ismael, le acaba de dar la mochila que su hijo le quitó la jornada anterior a Tom Avery, suena ThankYouIndia de Alanis Morrissette y pienso que no me cansaré nunca de ver esta película. No sé cuántas veces volveré a hacer el Camino durante el resto de mi vida, pero de lo que estoy seguro es de que cada una de ellas será diferente, increíblemente especial y necesaria, sin duda.

En fin, hacía muchos meses que no me sentaba tranquilamente a escribir y a dedicarme un ratillo. Ya va llegando el momento. Y dentro de un ratillo, en cuando vengan estos, nos vamos a tomar unos vinitos por el Romántico.





inspiraciones

22 10 2011

Este año probablemente pueda disfrutar de más vacaciones que otros. Y puede que mi cuñado, con esto de que estará en España, también.

Se nos pasó por la cabeza ir a Groenlandia, en bicicleta y en canoa. Ahí está la cosa. El tema es que Islandia se está barajando también como una alternativa relevante.

Mirad esto primero…

Es bonito, ¿verdad? Y dan ganas de ir, ¿a que sí?. Bueno, este vídeo es parte de un programa islandés orientado a reactivar la economía fomentando, entre otras cosas, el turismo. Para ello emplean muchos recursos, podéis visitar INSPIREDBYICELAND para deleitaros, promocionando la cultura esencialmente, intentando vender además ‘calidad de vida’.

Islandia tiene más de 13000 kilómetros de carreteras, no todas son asfaltadas. Sin embargo, la que nos interesa principalmente es la ‘Ring Road’ o ‘Route 1’, la que da la vuelta a toda la isla. Tiene unos 1300 kilómetros de longitud; lo bueno es que de ella salen otras muchas hacia el interior y esto así ofrece muchísimas posibilidades a la hora de redefinir la ruta en base a las circunstancias.

A parte de Cabo Norte, ahora mismo es una de las rutas que más me apetece hacer. Por supuesto el resto de Europa, Canadá y Alaska, pero supongo que habrá que esperar para eso.

Y bueno, repetir el Camino de Santiago sería algo estupendo, no sé. El otro día vi un vídeo del Camino que hizo gringito95. Es un vídeo cuya composición me gusta mucho. A parte de que consiguió grabar muchísimos recursos, lo maquetó de forma que le quedó de lujo, tanto que dan ganas de ir apenas verlo.

Así que, con todo esto, poquito a poco iremos dando forma a estas ideas que se nos pasan por la cabeza, preparando cosillas e intentaré teneros al corriente de todos los preparativos, como cuando el Camino de Santiago desde Alemania, Jakobusweg.

 

 





reemprendiendo_el_camino

19 10 2011

Tres meses. Hace casi tres meses que escribía la última entrada. Entonces hablaba sobre cosillas y preparativos del Camino de Santiago que iba a hacer con @frinkelson a finales de agosto.

Bueno, han ocurrido muchas cosas desde entonces; sin duda puedo decir que han sido unos meses con una carga emocional muy intensa y estoy seguro de que dejarán una marca considerable en mi vida. No tengo intención de extenderme mucho aunque ya me conocéis… en fin.

Puedo comenzar a contaros que a primeros de agosto me fui a Alemania a ver a mi hermana que estaba embarazada. Ya sabemos que es una niña lo que viene y estamos de verdad contentísimos. En esas fechas ellos ya comenzaban las clases de forma que pasamos una semana tranquila, íbamos a bañarnos a un lago cercano, Gelterswoog, a dar vueltecillas con la bici o la moto por los montes cercanos que llegan a la torre Humbergturm, me refiero a mi cuñado y en un par de ocasiones Jan vino también, y bueno, fueron unos días deliciosos. Conocí y probé el Schniposa en una terraza increíble, la del Alter Bremerhof, en Kaiserslautern, y lo mejor de entonces fue que una tarde había recibí un mensaje de aquí de España en el que me comentaban que definitivamente había aprobado las oposiciones a las que me había presentado en junio y julio en Sevilla. Fuímos a celebrarlo al 21, o TwentyOne, en el centro de Kaiserslautern y qué os voy a contar… de noche en aquella terraza, la más alta de la ciudad, lloviendo un poquito, con mi copita y esa música increíble que sonaba de fondo, mi hermana y mi cuñado, también estaban Jan y Eike, en fin, un momento único.

A mi regreso a España ingresamos a mi abuela en el hospital. Esta situación se prolongó a lo largo de todo el mes de agosto. Cancelé el viaje que tenía previsto hacer, el Camino, y fui postponiendo mi traslado a León hasta el último momento. En ese mes intenté combinar el estar con mi abuelo el tiempo que podía, en Perín, con los preparativos de mi traslado. Así todo, el 29 de agosto me fui a Toledo, en concreto a Tembleque a ver a Juanfran. Estuve allí dos días. Fueron dos días en los que me sentí más desubicado que nunca antes en mi vida. Habiendo dedicado tan poco tiempo a prepararme para irme y habiendo estado tanto tiempo en Perín con mi abuelo o en el hospital con mi abuela creo que no me había hecho a la idea de que llevaba el coche cargado con todas mis cosas y unas perspectivas de cambio increíbles en mi vida que me pareció, en esos días, que se me quedaban grandes. Una barbaridad. Digo una barbaridad porque esa mezcolanza de emociones o sentimientos no es posible describirla. Aunque en realidad me agobiaba más la sensación de dejar algo pendiente.

El día 31 llegué a León. Fue un regreso curioso porque de pronto me encontraba en la ciudad en la que se originó todo: El viernes 12 de noviembre de 2010 llegué a León después de una etapa de 107 kilómetros; salí esa mañana de Carrión de los Condes. Llevaba 2411 kilómetros y 179 horas de pedaleo en la bici desde Alemania. Una experiencia de esa índole sin duda cambia a una persona. Y a mí me cambió definitivamente. Esa noche entré en el Nuevo Sevilla a tomar unos cortos y pensé muchas cosas. Paseando por la ciudad no dejé de sorprenderme y por la mañana cuando salía en dirección a Ponferrada pensé para mí en lo agradable que sería vivir en una ciudad como esta. Yo terminé, varios días después mi Camino y con las mismas comencé a recorrer otro, no menos verdadero, interior, el que me ha traído de vuelta.

Así, como os contaba, el 31 de agosto llegué a León y los recuerdos y las emociones se abrieron hueco para asomarse un poquito más a la ventana esa desde la que se ven los logros alcanzados y las nuevas metas, auténticos retos cargados de seducción, imposible renunciar a acometerlos. A la mañana siguiente ingresé en la Academia y esa misma tarde me llamaron para decirme que mi abuela había fallecido.

Ahora no me apetece escribir sobre ese día y el viaje de regreso a Cartagena. Puedo comentar que me despedí de ella antes y que lloré mucho después. Los que me conocen saben que mi abuela fue mi madre. En fin, quizás más adelante comente algo al respecto. Es probable que no.

La cuestión es que ahora han pasado casi dos meses. Los cambios en el estilo de vida han sido asombrosos. Aún no me he acostumbrado, lo reconozco, y dudo que ninguno aquí lo haya hecho aún. Recuerdo que al principio yo, y me atrevo a decir que otros más también sentirían algo similar, sentía una sensación extraña, una especie de temor a la soledad, a quedarte solo, lo que te invita de pronto a relacionarte con todos sin improtar nada; es como si lo importante fuera relacionarse, alejar los temores o las inseguridades de esa forma y sin tener en cuenta para ello nada más. Cuando esa primera emoción pasa, quince días, un mes, cada uno necesita más o menos tiempo, comienza uno a percibir detalles más pequeños que antes pasaba por alto, comienza a organizar el entorno y a depender menos de esa necesidad abrumadora primera. Y entonces es cuando puedes permitirte ser un poco más crítico, exigente y selectivo. Es algo que todos hacemos casi sin darnos cuenta.

El balance que hago es definitivamente positivo. Echo de menos ver a mi abuelo y no por mí si no por él. Hace poco ha perdido a la mujer de su vida y no me imagino siquiera cómo puede ser, no voy a dejar de ser un sentimental empedernido. Me apetece verle porque creo que se sentirá mejor. No echo de menos Cartagena tanto como podría haber imaginado; supongo que eso está ahí, que ya lo conozco y creo que tengo muchísimas cosas que ver, descubrir, aprender, y desde luego oportunidades para ello.

Pienso mucho en mi hermana, eso sí es cierto además desde que se fuera a Alemania y yo conociera aquello me ha recorrido una sensación de ilusión por seguir esos pasos de una forma u otra. Así que a parte de muchas otras cosas que quedan pendientes, estas Navidades las volvemos a pasar en Kaiserslautern, D.m.

Bueno, a parte de todo y a pesar de lo que queda pendiente, pretendo que esta entrada sirva para, como dice su título, reemprender la marcha apasionada después de estos meses de parada obligada. Sabéis que ando, intento andar, por Twitter y Facebook para contaros mis cosillas un poco día a día pero también sabemos que esos pasan muy por encima de los detalles, así que nos vemos de nuevo por aquí por el blog.

¡Un abrazo a todos!

 





ajustes_de_bici_para_el_camino

30 07 2011

Ya sabéis que estos días he estado tanteando cosillas para poner las bicis a punto con vistas al Camino de Santiago.

Bien, pues os comento… en realidad es poco más a parte de limpiarlas y algunos ajustes. Empiezo con la Orbea Toubkal, la que llevará Fran.

El otro día se quedó sin frenos. Pensé que se habían ido las pastillas y bueno, a comprar nuevas. Resulta que no hay, que la Toubkal lleva una pinza Zoom cuyas pastillas no son frecuentes. Así que me aconsejaron cambiar la pinza por una Shimano cuyos recambios estaban más extendidos. Esto fue en Ciclos Currá, ya sabéis, ahí, sí… y tengo que decir que me sentí ‘asesorado’. Parece que entienden de frenos de disco, vaya. El caso es que tengo que darle un punto al chaval que me atendió, bueno, fueron dos, a ambos. Se han ganado una próxima visita.

         

Volviendo a la bici… resulta que las pinzas Shimano M416, mecánicas, nuevas cuestan unos 60€, la pareja. Y las pastillas de las Zoom, que no las tenían pero las podían pedir, costaban unos 20€ cada pareja, que no es poco para cómo son. El caso es que me fui sin una cosa ni otra dándole vueltas a la cosa. Resulta que una vez en casa encontré una web en la que me vendían 4 pares por 20€, muy baratillos, y me los he tanteado. Ahora bien, como las pastillas no estaban gastadas pensé que habría algún otro problema por el cual la bici no frenaba así que primero lavar la bici, me la he llevado a Belmonte y la he quitado toda la tierra que llevaba. Y una vez limpia, a trabajar con ella. Desmonté las pinzas y puse el modo ‘autodidacta’ en marcha hasta que ví cómo funcionaban y qué reglajes se les pueden hacer para intentar mejorar la calidad de la frenada y su eficacia. Vamos por pasos: las pastillas van dentro de la pinza, una enfrentada a la otra, evidentemente, y se fijan a esta mediante imanes que hay en cada una de las caras internas de la pinza. Para retirarlas hay que quitar el tornillo de uno de los laterales de la pinza en cuyo interior se apoya la zapatilla. Por ahí han de salir las dos, ladeándolas, etc. No es como en los bombines hidráulicos que se sacan por la ranura del disco.

Bien, seguimos. En teoría se ponen las pastillas nuevas, yo lavé estas con agua clara, sin ninguna clase de detergentes, y las coloqué de nuevo. Bien, ahora veréis las fotos y os voy explicando cómo se ajustan:

Por un lado tenemos el tornillo interior, sobre el que se apoya una de las pastillas que no se mueve, permanece inmóvil cuando frenamos: es la otra pastilla la que se acerca al disco presionándolo y haciéndolo flexionar hasta hacer tope con la opuesta. Por tanto, entenderéis que esta pastilla que permanece inmóvil debe estar lo más próxima al disco posible para evitar que éste se flexione más de lo adecuado. Esto se hace usando el mismo tornillo que hemos quitado para sacar las pastillas; veréis que cuanto más apretamos, más se acerca al disco.

Para evitar desajustes veréis que en uno de los laterales de su rosca hay un pequeño tornillo #allen que podéis apretar de forma que muerde la rosca e impide que se afloje.

Seguimos. Una vez que hemos puesto la rueda pasamos a los siguientes ajustes. Hay un tensor en el manillar, en la maneta del freno, y hay otro en la propia pinza de freno, justo dónde llega cable. Sirven para regular la tensión del cable, para compensar las pérdidas de grosor de las pastillas sobre la marcha.

Yo los he dejado así, al mínimo de forma que conforme vayan desgastándose pastillas podré ir tensando el cable. Para ello no tendré más que ‘aflojar’ uno u otro tensor y emplearemos la contratuerca para evitar que retroceda o varíe.

Y por otro lado tenemos la palanca de freno. Veréis, esta acciona el eje de la pinza de freno cuya cabeza es de forma hexagonal y encaja en un hueco hembrado que tiene la palanca. Según en que posición se encuentre, habrá más o menos recorrido de la misma. En principio está como véis en esta foto:

Si os fijáis está en posición horizontal y su recorrido hasta llegar al tope es de apenas dos centímetros de cable. ¿Qué ocurre? Que quiero que haya más recorrido para poder acercar más las pastillas a los discos y disponer aún de recorrido suficiente para realizar la frenada. Para ello quitamos el tornillo del eje y giramos la palanca hasta la siguiente muesca, os recuerdo que su interior es hexagonal y casa con el del eje, hasta dejarla en esta posición que como véis es casi opuesta al tope.

Ahora tan sólo queda colocar de nuevo el tornillo y fijar el cable a la presilla una vez que hayamos encontrado la posicíon correcta acercando las pastillas al disco. Váis girando la palanca, como si estuviérais frenando, hasta que creáis conveniente según os guste el tacto de la frenada y apretáis la presilla con el cable tensado. Al final de este proceso quedan unos 5 centímetros de recorrido de cable que sí son más que suficientes para responder a nuestras demandas.

En la rueda delantera haré lo mismo con la observación de que hay que soltar la pinza de la horquilla porque la palanca tropieza con ese tornillo al girarla. El proceso es el mismo como os decía, después la volvemos a fijar a la horquilla.

Desspués le he engrasado la cadena. Para ello usamos aceite específico, no vale el de cocinar, y lo echamos a la cadena por la parte interior de esta. ¿Cómo? Pues echándolo por encima del tramo de cadena que pasa por abajo, que vuelve hacia el pedalier y no en la parte superior que va hacia los piñones.

Hay que echar la cantidad justa, no excederse ya que todo el aceite que haya en exceso pasará de lubricar a atrapar tierra y polvo a mansalva. Veréis que la parte de la cadena que debe estar engrasada o mejor dicho lubricada porque grasa no lleva, es su interior, los pasadores y sus casquillos. Mirad la foto siguiente, no sé si podéis apreciar lo que os comento:

A la Giant sólo le he limpiado los ejes de los frenos que son V-Brake y tensado los muelles.

Véis que sólo hay que quitar el tornillo, limpiar y engrasar, con aceite especial para eso, no vale el de la cadena. He aprovechado para ajustar las pastillas de los frenos delanteros, estos que véis:

Las de atrás no tengo que volver a ajustarlas, puedo cambiar las pastillas únicamente sacando las gomas sin tener que tocar los ajustes, mucho más cómodo evidentemente. Son las KoolStop TecTonic de tres componentes, una maravilla oígan.

Después he cambiado un cableado que no tenía bien para poder cargar el Zzing atrás, bajo el sillín. Al final veréis las fotografías y las comento.

Bueno a ver, mirad, esta es la Orbea Toubkal a la que, con vistas al Camino, le he puesto algunas cosillas:

Una luz delantera y otra trasera. Las compré en eBay muy baratas, creo que 5€ las dos. Más adelante le pondré una buena luz delante y otra atrás, de Sigma que me gustan o una B&M atrás sustituyendo al catadióptrico del transportín.

También le he puesto un transportín al que le he acoplado mis alforjas delanteras, las que llevaba yo en la otra bicicleta. Al principio giraba en torno a la tija del sillín. Para solucionarlo lo que he hecho, siguiendo el consejo del Foro Bicigrino, he interpuesto una tira de goma gruesa para que friccione y evitar así el contacto directo de la abrazadera con la tija. Funciona perfecto.

En la parte de atrás del transportín he puesto un catadióptrico. Acabaré cambiándolo por una luz, una Busch und Müller de baterías. Aquí podéis ver las alforjas. Arriba ya sabéis que llevan sus dos pinzas y la que hay abajo viene perfecta a pesar de que el transportín es pequeño. Os recuerdo que son las Ortlieb Front-Roller Classic.

He puesto unos calas, en realidad compré también en eBay los pedales tal cual los véis, con los calas; creo que la chica los quitó porque puso automáticos en su bici y se los compré por 4€; hacen su papel.

Y he cambiado el cuentakilómetros, lo he colocado en un lado para dejar espacio para la bolsa. El cableado también lo he cambiado porque iba haciendo espiral alrededor del cable de freno y no me gusta. He usado algunas abrazaderas para que vayan juntos y no se quede suelto. Creo que es una cuestión de gustos simplemente.

Bien, esta es la bicicleta lista para el Camino:

Ahora voy con la Giant. Esta es la mía primera, la habéis visto en mis travesías. Bueno, la he lavado un poquito la cara aunque se le notan bastante los kilómetros. En fin, a ver…

Lo fundamental es que he cambiado como os contaba antes el cableado para llevar corriente de la dinamo a la parte de atrás para el Zzing. En principio conecté a la lámpara delantera pero resulta que las salidas que tiene la B&M Lumotec OvalSenso están por debajo del interruptor y del sensor con lo que era imprescindible que la luz estuviera encendida para obtener corriente de ahí. Hoy lo he cambiado. De momento he enganchado al cable del Zzing que va al manillar. Me gustaria cubrir los empalmes con funda termoretráctil para protegerlos, tarea que se queda pendiente.

Estos cables los he pasado por dentro del cuadro junto a los que van hacia los guardabarros traseros para la lámpara de atrás, y los he sacado justo debajo del pedalier llevándolos hacia arriba, hacia el sillín donde está el soporte Rixen&Kaul que es un KLICKfix para sillín en el que puedo colgar el Zzing. Aquí tenéis las fotos:

Los cables pasan por el cuadro,

EL que acabo de instalar sube hasta la parte superior de la tija para conectar el Zzing,

Y los otros le dan corriente al circuíto del guardabarros, está integrado en él para que no haya cables susceptibles de ser enganchados por el neumático, para la luz de atrás,

Una novedad que llevo ahora en la bicicleta son las cámaras con válvula Dunlop. Os cuento: la válvula Dunlop tiene el cuerpo de la válvula Americana o Schrader pero tiene un terminal que sujeta el obús y cuya terminación es del tipo de la válvula Francesa o Presta. Es lo mejor, veréis. No necesitamos pulsarla como ocurre con las americanas cuyas bombas tienen un pulsador que abre el obús. Quitando el terminal la cámara se desinfla del todo rápidamente sin quedar presión residual en el interior. Y lo mejor, a la hora de inflarla con la bomba francesa, el terminal, por su forma, hace de tope y evita que se cuele toda la válvula en la bomba como ocurre con las francesas, que es una verdadera incomodidad. A mí me convenció la primera vez que la usé, sin dudarlo y os la recomiendo. Igual que a la francesa, se la puede colocar un adaptador de válvulas americanas para si quieres darle aire en una gasolinera, etc.

A parte de lavarla y arreglar este cableado, en realidad a esta no le he hecho más; como decía, únicamente he limpiado los frenos y ajustado las pastillas de los de alante y he engrasado la cadena. Va de lujo, no necesita nada. Sí que he limpiado los espejos por dentro pero vamos, nada importante. No recuerdo si os los enseñé en su día pero bueno, van incluídos dentro de las mancuernas: estas son más grandes que las habituales, claro, y dentro llevan una combinación de tres espejos para a través de ellas ver lo que tenemos detrás. Este es un detalle de una de ella:

Esta es la bicicleta lista para el viaje a falta de las alforjas de atrás, las delanteras están en la Orbea:

Ya están las bicicletas listas para hacer el Camino, que creo que será desde Palencia hasta Santiago. Tengo intención de empezar a pedalear el día 20 de agosto y de llegar a Santiago el sábado siguiente, el 27 de agosto. A ver si va todo bien.

Si necesitáis alguna cosilla ya me comentáis. Un saludo.





vamos_de_compras

17 07 2011

Buenos días; mirad, ya hace algo más de un año empecé a ser consciente de nuestras carencias en algunos aspectos como la formación de los supuestos profesionales que nos vendes cosas aquí en España. Voy a hacer referencia a lo que tiene que ver con la equipación de montaña y a la equipación de bicicletas pero estoy convencido de que es algo que podemos hacer extensible a muchos otros ámbitos como electrónica, informática, etc.

Como os decía, hace algo más de un año me empecé a dar cuenta de esto. Me propuse un viaje por Europa en bicicleta y no encontraba asesoramiento por ningún sitio. Tampoco la equipación que buscaba estaba disponible pero lo que más me dio que pensar era la falta de preparación de la gente que se supone que sabe del tema, que vende unos artículos y entiendo, a mi parecer, que los conocen, que pueden recomendarte unos u otros según tus necesidades y sus características. Esto definitivamente no ocurre.

Pasando por Ciclos Currá o por Sexto Grado, bici o montaña, el planteamiento es el mismo. Tienen un material que algún representante les ha ofrecido y es lo que te van a vender. Con tal de ello encontrarán la justificación que haga falta pero todas del estilo ‘no necesitas más‘ o ‘para qué gastarte más dinero en otra cosa‘. Bien, puede que tengan razón y que sea válida, pero a mí no me gusta. Yo pienso que me cuesta mucho ganar el dinero y no me apetece regalárselo a un jeta que no se lo curra. Me gusta que me convenzan y no con pamplinas de esas.

Resulta que después de la travesía por los Pirineos y la de Bavaria más tarde, ví cosas que llevaban los que me acompañaban que me gustaban. Y me llamó la atención que no me decían ‘esto es lo mejor de lo mejor, pata negra‘ como decimos aquí, sino ‘esto es bueno porque puedes usarlo con uno u otro combustible según estés en lugares elevados o no‘ hablando de un hornillo o ‘me gusta esta porque lleva estas cintas que te permiten regular  la altura y como ves, las normales no…‘ hablando de una mochila. Bueno pues esas explicaciones me parecen la mejor forma de convencer a alguien para decidirse a comprar algo.

Cuando fui a buscar las luces para la bicicleta a Ciclos Currá me insistieron en que me llevara un kit de luces a pilas. Y yo le preguntaba si de verdad me recomendaba eso para un viaje en bicicleta por Europa en vez de un eje con dinamo y lámparas para dinamos. ‘¡Por supuesto! Mira, tenemos este juego por 40€… ‘ No lo compré por chiripas. No lo compré porque cuando le pregunté por un Rohloff SpeedHub 500 me dijo que no sabía qué era y saltaron las alarmas sobre la preparación de aquel dependiente, aunque en los carteles dice ‘Consulta con nuestros técnicos’, no sé yo.

Así la cosa empecé a buscar, a mirar y a preguntar, casi siempre en Alemania, también en Nueva Zelanda y el Reino Unido, sobre materiales, recomendaciones de equipación, etc. Me subscribí a foros y me hinché… acabé de inglés y de alemán hasta los mismos, pero dio buenos resultados. Al final conseguí informarme sobre qué necesitaba de verdad, no qué me querían vender, aprendí y conseguí hacerme con el equipo idóneo para un principiante en esto. Tuve que comprar todo fuera, en Alemania las cosas de la bicicleta, en Nueva Zelanda el equipo para dormir y pernoctar y en en Reino Unido lo que era de montaña, por los precios fundamentalmente y porque algunas marcas aquí en España no están disponibles.

Como esto está en contínuo cambio no puedes dejar de mirar y eso hago. Y lo que quiero es compartir con vosotros estas observaciones.

Mirad, en Alemania hay una tienda que es un referente en el mundo del deporte de aventura. Globetrotter Ausrüstung. Material muy específico de muchísimas disciplinas. No es Decathlon, no os equivoquéis. Trabajan de otra forma, es muy distinto. Tienen pistas de prueba para que pruebes el calzado antes de comprarlo en distintos tipos de firme y con distintas pendientes, salas de frío, hielo y viento para que pruebes sacos de dormir y ropa de montaña a -40ºC (puedes dormir ahí horas porque entienden que es algo que puedes necesitar probar durante un largo período de tiempo y no en cinco minutos), hay piscinas para probar las piraguas, canoas, kayaks o equipo de buceo, rocódromos para probar equipamiento, calzado y ropa de escalada… en fin, mirad, esta es la tienda de Köln (Colonia). Tienen un canal de televisión, 4-SeasonsTV, en el que hacen reviews de material nuevo que entra, feedbacks del viejo una vez testeado, experiencias de usuarios, eventos, turismo, consejos y comparaciones de productos… Una vez que tienes la tarjeta de cliente puedes hacer pedidos sin necesidad de realizar el pago de nada; cuando lo recibes ves las cosas, te pruebas, dudas y tal hasta que te decides y devuelves lo que no quieres sin costes, teniendo que pagar únicamente aquello con lo que te quedas. ¿Os imagináis eso aquí en España? No funcionaría, pediríamos cosas para usarlas durante el fin de semana y devolverlas después o algo por el estilo, o a lo mejor les devolveríamos cosas del Decathlon, etc.

Sin embargo, por extraño que parezca, tenemos algo parecido… Bueno, están únicamente en Madrid, en Huesca y en Benasque y se llama Barrabés. No sé si han abierto ya en Zaragoza. Es cara, pero es la mejor tienda de montaña que podréis encontrar en España en lo que se refiere a las marcas con las que trabajan y desde mi punto de vista son los que más posibilidades tienen de dar el paso hacia lo que yo entiendo que debe ser una tienda de montaña, con gente preparada y con iniciativa. De momento ya tienen una revista y boletines técnicos y un canal de vídeos en los que nos dan consejos.

Con todo esto quiero insistir en la iportancia que tiene el tener a gente preparada. Hoy en día es facilísimo acceder a información a través de internet. El usuario no es tonto y cada vez tiene más acceso a la información y al mercado online. Si le quieres cobrar más de lo que a él le cuesta comprar un artículo por Internet tienes que ofrecerle algo más evidentemente; estoy hablando de un buen servicio, un buen asesoramiento, proporcionarle confianza, demostrarle interés por sus necesidades y no liarlo con mentiras o camelos. Y esto parece que en España nos cuesta entenderlo. Por eso todos vamos al Decathlon.

Y yo estoy cansado de que me quieran engañar o de encontrarme con gente incompentente ocupando puestos de trabajo que no se esfuerzan en conservar. ¿No sería ideal que un vendedor de una determinada sección se leyera las reviews que hacen las marcas de sus productos nuevos?, ¿que buscaran información sobre los productos, que miraran comparativas, etc.?, ¿que fueras a comprar y aunque no lo sean, den la impresión de ser competentes y no auténticos vagos que van a echar horas e intentar que te lleves lo que tienen porque algún descerebrado ha comprado lo que un proveedor les ha dicho que compren sin atender a las necesidades de los clientes que son los que al final se acaban adaptando a los productos y no al revés?… pues sí que sería ideal, sí.





preparar_el_camino_de_santiago

9 07 2011

Buenas tardes a todos; mirad, en el 2004, un año Xacobeo, hice mi primer Camino de Santiago, a pie, cortito. No preparé nada ya que la que entonces era mi novia se encargó de todo.

He vuelto a hacerlo después un par de veces más a pie y no necesité preparar muchas cosas; ya el año pasado lo hice en bicicleta desde Alemania. En este caso sí prepare muchas cosas dado que era un verdadero reto para mí. Me compré una bici y no tenía ni idea de nada. Y sobretodo porque el planteamiento fue diferente: nada de albergues o restaurantes, al contrario, mi tienda y mi cocinilla. Salí con 70€ de Kaiserslautern rumbo a Santiago de Compostela. Tenía programado casi todo y al final me lo salté casi todo. Típico.

Ahora voy a volver a hacer el Camino, en agosto. Hace una semana estando de cañas con un amigo decidimos hacerlo. Al día siguiente estaba listo, todo organizado. Y es lo que os quería contar, cómo hacerlo o qué tres pasos seguir para organizarlo y disfrutarlo:

· Decidir que quieres hacer el Camino, ver de cuántos días dispones para hacerlo y escoger el punto de partida según eso. (30km/día a pie y 80km/día en bici)

· Reservar un hotelito en Santiago para el día que supones que llegarás y el siguiente, por lo que pueda pasar y les mandas una cajita por correos con ropa limpia y colonia para ponerte guapo y no tener que ir cargado durante el Camino.

· Cuando llegue el día, subirte al tren hasta tu lugar de partida y echar a andar o a pedalear. La tarde de antes has podido preparar una pequeña mochila con lo poco que necesitarás llevar: tu credencial, una botella de agua, un saco de dormir, tres pares de calzoncillos o braguitas y un par de camisetas, una chaqueta y unos pantalones de lluvia por lo que pueda pasar y listo… no se me ocurre más que sea necesario.

El resto son ‘pequeños’ detalles en los que nos gusta entretenernos porque auguran algo que nos ilusiona, son los preliminares de algo bonito pero ya no forman parte de la planificación sino de la intención de mejorar las condiciones en las que haremos el viaje. Veréis, con el tiempo, que muchas son prescindibles.





desde_Roncesvalles_hasta_Saint_Jean

10 04 2011

Buenas tardes.

Mirad, se acerca la primavera y el buen tiempo y muchos ya están planeando, entre otras cosas, hacer el Camino de Santiago.

Bien, ya conocemos que la parte más frecuentada del Camino es la del Camino Francés, desde Roncesvalles hasta Santiago de Compostela, sin embargo Saint Jean-Pied-de-Port, o como veréis en foros y en resultados de los buscadores SJPDP, es otro punto de partida de gran significado.

En Saint Jean-Pied-de-Port se vive el Camino de una forma especial. Puedo comentaros por encima que se trata de una de las ciudades más meridionales de Francia, fronteriza con España, de la cual destaca su casco antiguo y sobretodo La Citadelle, el último baluarte francés, construído sobre un viejo castillo del reino de Navarra desde el cual se repelían las incursiones españolas y que actualmente se conserva como colegio público.

La cuestión es que llegadas estas fechas, a los peregrinos que han decidido comenzar su andadura desde este pueblo les surge un interrogante importante: ¿Cómo llego a Saint Jean-Pied-de-Port?

Hay varias opciones:

  1. Hay quien va en bicicleta y viaja con ella desde Roncesvalles hasta Saint Jean-Pied-de-Port para iniciar entonces su Camino de Santiago.
  2. Desde Roncesvalles en taxi hasta Saint Jean-Pied-de-Port es otra opción.
  3. Hay además tren con lo que se puede barajar la posibilidad de llegar en tren hasta Saint Jean-Pied-de-Port.

Supongo que opciones habrá tantas como uno pueda inventarse siempre que el bolsillo no sea un impedimento. Ahora bien, una amiga me ha preguntado cómo ir de Zaragoza a Saint Jean-Pied-de-Port sin usar el taxi. Yo iría a Irún sencillamente. Aquí os detallo precios y combinaciones de trenes, etc.

Pero vamos por partes.

1. En primer lugar, si alguien decide hacer Roncesvalles a Saint Jean-Pied-de-Port en bicicleta para luego recresar, lo ideal es acercarse a Roncesvalles desde Pamplona. Para ello puede usar el autobús de la empresa Artieda. Desde Pamplona sale a las 18:00 y los sábados a las 16:00. No sé cuánto dura el trayecto pero lo normal es pasar la noche en Roncesvalles tanto si se pretende regresar hasta Saint-Jean-Pied-de-Port como si se quiere iniciar el Camino desde ahí. En cualquier caso la recomendación es consultar los horarios previamente. El teléfono de la empresa es 948 221 584.

También se puede coger un taxi, a través de TaxiPamplona que traslada a 4 personas hasta Roncesvalles por unos 60Euro y hasta Saint Jean-Pied-de-Port por 90Euro, o 115Euro si es festivo o fin de semana. El teléfono es el 686 085 085. Os digo lo mismo, llamad y preguntad por el precio y por la disponibilidad.

2. Otra opción como os comentaba es ir en taxi desde Roncesvalles. Hay varios taxis que se dedican a hacer este trayecto, además del que mencionaba antes, generalmente con capacidad para 4 ó 5 personas con sus mochilas y algunos incluso pueden transportar las bicicletas. Estos son números de teléfono de taxistas de la zona: (Fuente: ExpertosEnElCamino)

Aurizberri-Espinal
Tfno: 649 72 59 51

Erro
Tfno: 948 76 80 13

Garralda
Tfno: 948 76 40 58

Luzaide-Valcarlos
Tfno: 948 79 02 18

Mezkiritz
Tfno: 609 43 62 26

No he encontrado ninguna referencia fiable pero viendo la diferencia del importe de los trayectos pienso que cuesta entre 30Euro y 40Euro por lo que de nuevo una sugerencia importante es la de compartir taxi con otros pregerinos que también se encontrarán en la misma situación.

3. La otra opción de la que os hablo es ir en tren. Y es la que yo escogería sinceramente. Se trata de hacer Irún, cambiar al tren francés allí mismo, en Hendaya para hacer Bayona y por fin Saint-Jean-Pied-de-Port. Os desgloso los trayectos para lo cual he tomado un supuesto día, el viernes 6 de mayo de 2011 y a partir de ahí he escogido las combinaciones posibles ideales asegurandonos los transbordos:

· RENFE 04087 ALVIA MADRID – HENDAYA
Salida a las 08:00, llegada a las 13:51 (5h51m) y cuesta 54.60Euro en turista.

o bien…

· RENFE 00534 ALVIA PAMPLONA – IRÚN

Salida a las 11:19, llegada a las 13:25 (2h06min) y cuesta 22.50Euro en turista.

Una vez en Irún/Hendaya, tomamos el TER SNCF para ir hasta Bayona:

· SNCF TER 66608 HENDAYE – BAYONNE

Salida a las 16:03, llegada a las 16:39 (36min) y cuesta 6.90Euro

Y cambiamos para ir desde Bayona hasta Saint-Jean-Pied:

· SNCF TER 67317 BAYONNE – SAINT-JEAN-PIED-DE-PORT

Salida a las 15:05, llegada a las 16:23 (1h18min) y cuesta 8.80€

Aquí os dejo también el horario de estos trenes hasta julio 2011.

Así pues, ir desde Pamplona hasta Saint-Jean-Pied-de-Port nos cuesta unos 39Euro y apenas 5 horas de viaje, transbordos incluídos. Es posible que no sea la opción más económica pero yo tengo que hablar en favor del tren porque me parece más confortable que el autobús, más fiable y más tranquilo. Es una cuestión de gustos.

En fin, epsero que os haya resultado útil. Podéis consultar las webs a las que he enlazado en el texto para tener más información y detalles sobre todo lo que se refiere a los transportes públicos y privados en el Camino de Santiago.

¡Buen Camino peregrinos!





buenas_intenciones

7 03 2011

Sé que cuando alguien se ofrece a hacerte alguna foto es con buena intención (si acaso no pretende salir corriendo con la cámara) y desde luego es de agradecer más aún cuando vas solo en el viaje.

La cuestión es que yo, de verdad lo agradezco, pero a veces personalmente me frustro. Yo no sé en qué piensa uno cuando se pone a disparar una foto. Los casos que os voy a mostrar ahora a mí me tienen descolocado. En una de las escenas estoy yo y está el inmenso monumento del Monte del Gozo; no hay nada más. Me gustaría saber si acaso me olvidé de algo interesante que había en el suelo y por qué cuando me enfocan no piensan que están cortando el monumento que precisamente interesa que salga porque es el símbolo que hay ahí… La cámara tiene gran angular a esa distancia cabe perfectamente… En la otra foto en teoría estoy yo, está el monumento al peregrino de Speyer y está al fondo la Catedral Imperial de Speyer que por cierto no es nada chica. Sin embargo salgo yo, sale un muñeco al que le han cortado la cabeza e inexplicablemente NO SE VE LA CATEDRAL porque está justo dos pasos a la derecha del tipo que hace la foto… de verdad, por favor, a parte de buenas intenciones creo que algunos, insisto en esto, algunos que no todos, no ponen nada de interés en ello porque no es posible que uno no se de cuenta de que ESTÁ CORTANDO LA FOTO o de que NO SALE lo que tiene que salir. No es posible, es algo que se ve al momento en la pantalla salvo que no preste atención.

El chasco te lo llevas cuando llegas a casa y descargas las fotos ilusionado. Pasas y pasas hasta que te encuentras que la única que tienes de ti en ese monumento es más bien de tí y un trozo de algo que habrá que ver entero en postales porque en tu foto desde luego no. ¿No os ha ocurrido nunca?.

Así que aquí van las fotos en cuestión y un consejo o sugerencia. Fabricantes de cámaras, por favor incluid una mini guía sobre la regla de los tercios. Usuarios de cámaras, por favor aprended al menos eso además de darle al power y al zoom y vuestras buenas intenciones además se convertirán en una gran satisfacción para muchos y no caerán en saco roto.

Espero no parecer grosero. No me malinterpreten por favor. La pregunta es… ¿la buena intención es suficiente?… A lo mejor con este vídeo entienden a qué me refiero…





el_camino_de_los_sentidos

23 02 2011

Esto no puedo dejar de comentarlo en el blog. He dado una vuelta por el foro de bicigrinos y me he encontrado estos dos vídeos, a continuación os los pongo. Primero os comento un poquito.

Gerardo Fernández es sordociego. Javier Pitillas es su amigo y le va a acompañar en esta aventura, el Camino de Santiago en bicicleta desde Roncesvalles hasta Santiago de Compostela.

En el primer vídeo se ven los preparativos… la idea es de por sí estremecedora. En el segundo vídeo Gerardo y Javier recorren el Camino y yo me quedo perplejo, se me eriza la piel y me estremezco. Me encanta que cosas así ocurran.

Esto ocurrió el año pasado y desde luego da mucho que pensar. Estas sí son las cosas buenas que ocurren en la vida, no la fábrica de CocaCola.

Aquí los vídeos:

PREPARANDO EL CAMINO DE LOS SENTIDOS

 

EN EL CAMINO DE LOS SENTIDOS





mis_respuestas_sin_sus_preguntas

15 12 2010

Hace un mes aproximadamente que estaba llegando a Santiago de Compostela. Bien, aún creo que no soy capaz de sacar conclusiones de toda esta experiencia. Ha sido algo sin duda especial que por alguna extraña razón está comenzando a arañar en mí más ahora que entonces. Siento los cambios sin llegar a ver a dónde llevan. Y una mezcla de emociones un tanto enfrentadas. Echo de menos salir en la bicicleta para encontrarme de nuevo con mis emociones y las sensaciones que vienen de todo cuanto rodea a uno cuando cree que está en soledad. Pronto organizaré algo.

La cuestión es que a pesar de no tener aún muy claro qué ha ocurrido en este viaje, sí que ha pasado tiempo suficiente, demasiado creo, y me temo que al menos os debo alguna reflexión a todos los que de una forma u otra habéis estado pendientes de este Camino que he hecho. Por un lado quisiera dar las gracias a todos los que a través de mensajes, bien en el blog o bien  a través del foro de bicigrinos o de redes sociales, me habéis infundido ánimos. Sabéis que no he actualizado el blog sobre la marcha: apenas me he conectado un par de veces, una vez en Lausanne y nuevamente en Burgos antes de llegar a Santiago. Y por otro lado quisiera animar a todo aquel que esté pensando, indeciso, si hacerlo o no hacerlo, a que de verdad lo haga. Desde luego y sin duda será una experiencia única que le aportará muchísimo a uno u otro nivel.

 

Así todo pues comentaré un poquito cómo fue el viaje. Ya sabemos que salí de Speyer. En realidad inicié el Camino aquí en Cartagena cuando cogí el coche para ir al aeropuerto y volé a Alemania. Fui en tren desde Kaiserslautern hasta Speyer, recogí mi credencial, la Pfälzer Pilgerpass, e inicie la andadura en bicicleta. Los primeros dos días fueron muy intensos. Tenía la sensación de no llegar a tiempo o de no cubrir los suficientes kilómetros hasta la primera meta propuesta que era Strasbourg donde había quedado con mi hermana y mi cuñado. Me preocupaba bastante encontrar un sitio adecuado para pasar la noche y ni me hice con la bicicleta. Creo que estar por fin ahí después de tantos preparativos y tan ilusionado que estaba me impedía al mismo tiempo disfrutarlo o mejor dicho, ser sensible a ello.

Strasbourg es, de todo el viaje, la ciudad por excelencia. Me quedé prendado. Supongo que me dejé impresionar, pero vaya que cuesta no hacerlo. Era compliacado controlar la hora a la que añochecía, cuánto pedalear y a que ritmo, etc. la cuestión es que estaba ahí. El lunes por la mañana tuve el primer pinchazo. Fue peor de lo que imaginaba. Me agobié porque tenía previsto llegar a un pueblo y arreglar un pinchazo con las manos heladas como las tenía, con las ruedas sucias y llenas de barro y teniendo que descargar tantas cosas que llevaba resultó un poco más laborioso de lo previsto. Hay que descargar la bicicleta, quitar la rueda, encontrar el pinchazo en la cámara y entonces encontrar la púa en la cubierta para que no vuelva a pinchar bien esa misma cámara reparada o bien otra nueva y vovlerla a montar procurando que no entre barro dentro, piedrecitas, etc. que pueden de nuevo pinchar la cámara. En fin, eso sólo ocurrió con el primero de los 7 u 8 pinchazos que tuve a lo largo de todo el trayecto. Desayuné en una confitería y me empecé a sentir estupendamente viendo a la gente que se reunía para desayunar, aún acostumbrando el oído al francés, pensando en hasta dónde llegaría ese día… bueno, una delicia.

Pocos días después estaba llegando a Suiza. Bajar hasta saint Hippolyte  y subir de nuevo hasta Mâiche fue muy gratificante y agotador. Lluvia y nieve por primera vez, y un camping municipal especial. Suiza me dio la bienvenida con mucha nieve antes de llegar a la Chaud des Fonds y me regaló unos paisajes espectaculares al cruzar la frontera que sigue el curso del río Doubs y una subida contínua de tres horas. Pero ese mismo día alcancé la orilla del lago Nauchatel. Es casi como sentir que has llegado al final de todos los caminos, al punto ese en el que confluyen los itinerarios que cada uno se propone en la vida. Lo mejor vino al día siguiente cuando llegué a Lausanne. Si nos pudiéramos enamorar de las ciudades, pensad que Lausanne es una rompecorazones. Es hermosa e inquieta. Lamenté mucho no haber pasado más tiempo allí pues después estuve dos días en Genève. Genève es un logro. Es el conjunto de todos nosotros que conviven en una ciudad cuyas raíces no son otras que las de todo el mundo pues en ella se encuentran todas las culturas. Casi me atrevo a decir que no es suiza sino mundial. Dejar Suiza y volver a Francia supuso unas etapas bonitas, un tiempo aún malo pero bonitas. Seguí el cauce del Ródano y bueno, para un río grande unos montes grandes y ver los Alpes sinceramente es impresionante. Parecen inexpugnables… es asombroso. Seguí en algunas etapas la EuroVelo y hay que reconocer que es un lujo pedalear por ahí.

El caso es que Saint Bonnet-le-Froid fue una etapa dura pero deliciosa para los sentidos. Se me hizo de noche, ascendía con cada kilómetro y pernocté bajo la nieve en un pueblecito a 1290 metros de altitud, junto a su Mairie. La mañana siguiente derrochó todo el sol contenido y los colores feroces que encendían cada pedacito de paisaje… azul intenso, verde intenso, blanco intenso, amarillo intenso… belleza intensa. Llegar a Le Puy-en-Velay me costó otro nuevo pinchazo en un bosque a 1255 metros de altitud, hielo en la carretera y los enganches de una alforja rotos. Y me fui abajo. Quise regresar cuando por la noche no había conseguido la credencial nueva, ni reparar la alforja y pensando en todos los desajustes que llevaba la bicicleta, frenos gastados, radios flojos, etc. A las siete de la mañana estuve en la misa del peregrino para recoger la Creanciale y llegué a Sauges poquito después de mediodía con todo en órden. De una forma u otra la noche fue inspiradora y pude resolver todo para continuar.

Lo siguiente era la región de l’Aubrac. Y comenzaron los cambios en mi manera de hacer el viaje. Dejé de pensar en dónde podría pasar la noche o en a dónde podría llegar. Simplemente pedaleaba y miraba alrededor. L’Aubrac es algo precioso. Es frío y viejo. No puede uno evitar pensar en cuántos habrán pasado antes por ahí haciendo el mismo camino hacia Santiago de Compostela. Las torres de los ingleses revelan historias de guerra y paz, las iglesias ya no son lo que fueron y sin embargo están ahí, a la orilla del camino, en el centro de un pueblo o en lo alto de alguna colina, contando una historia y formando parte del presente. Y tras l’Aubrac entramos en la región de l’Aveyron, totalmente opuesta. Valles verdes y montes frondosos siguiendo el río Lot… es como si alguien hubiera dado color a cada detalle y una luz increíble se cayera de algún lugar iluminando cada rincón.

No me gustó pedalear por los Pirineos Centrales. Mucha colina, sube y baja constante y el paisaje más que deslumbrante era desalentador. Sin embargo al final esos días son los que regresan con más ahínco a la mente cuando uno pretende recordar.

El uno de noviembre, el día de todos los santos, lo pasé en Cahors. Creo, bueno estoy convencido de ello, que fue el día en el que más soledad he sentido. Las calles estaban desiertas, el día gris, en realidad sentí bastante frío por dentro y es uno de los días por los que creo que merece la pena repetir un viaje así. La cuestión es que a primeros de noviembre llegué a Saint Jean-Pied-de-Port con la intención de descansar, lavar la ropa por fin y planear el camino francés que es el que iba a tomar, comprar mapas o ducharme. Me gustó descubrir el País Vasco francés, de hecho me llamó mucho la atención. Es mucho más acogedor de lo que pudiera imaginar tratándose de una región tan cercana a los Pirineos que yo asocio con frío.

Entrar a España, pasar Roncesvalles y llegar a Pamplona fue todo una. Pamplona es para verla una y otra vez, pero León… ya os contaré. En Pamplona dormí en uno de los parques que hay en el circuíto fluvial de la comarca. Tienen el mejor carril bici que he visto en España. Estella me sorprendió literalmente. La entrada a la ciudad por la carretera es bastante desoladora. Está repleta de los restos y las ruínas de una industria que se resiste a desaparecer y de pronto descubre uno un casco antíguo precioso que se desprende de los esplendores que las fábricas abandonadas tuvieran antaño. En Nájera comenzó el temporal de viento fuerte, muy fuerte. Paré en Tosantos reventado. no podía pedalear más. Burgos fue una casualidad. No tenía pensado quedarme; paré a comer en los arcos de la Plaza Mayor, estaba llviendo, y cuando me disponía a salir, a continuar el viaje, dejó de llover, salió el sol y me encontré de cara con una plaza preciosa llena de colorido, con las torrer de una catedral iluminadas por el sol y los reflejos infinitos de luz en el suelo mojado de lluvia… Pensé que no podía marcharme sin dar un paseo por esa ciudad y conocerla un poquito y me quedé en el albergue municipal. Ya ahí coincidí con peregrinos por primera vez. Fue estupendo… que cena… Al día siguiente me encontré con Loren en Carrión de los Condes. Tomamos un par de cañas y un calimoxo, me dio cordiales que había traído de Cartagena y cuando nos despedimos me fui a cenar al convento en el que iba a pasar la noche. Cené sólo en la cocina.

León fue un encontronazo de sensaciones. Calle Ancha repleta de gente. Viernes por la noche. Las cosas que sentí esa noche me las guardo para mí. Fue mucho más significatiba de lo que cabe esperar. Lo siguiente fue Ponferrada tras alcanzar la Cruz del Ferro y el Collado de las Antenas; de Ponferrada a Cebreiro… y me volví a encontrar con la nieve. En este punto del Camino comencé a sentir algo distinto. Olía a final. Cebreiro por la noche en noviembre, nevado, está precioso. Hay un silencio roto por la música celta que sale de las tabernas y de las tiendas, acompañada de los rumores de la gente que charla. Hace frío, hay nieve, es de noche y es bellísimo estar ahí. El corazoncico se encoje. Llegar hasta Sarria al día siguiente costó atravesar una ventisca en el Alto do Poio y lluvia fuerte abajo en Sárria. En esta parte del camino se empezaron a mezclar los recuerdos con lo que estaba viviendo. Melide fue diferente a las tres veces anteriores. Y a Santiago llegué casi sin querer llegar. Tenía pensado continuar hacia Finisterre y Muxia pero antes de llegar al Monte del Gozo una parte de mí ya sabía que me iba a quedar en Santiago esa misma mañana.

Y fue triste entrar en la Plaza del Obradoiro. Lloré porque estaba allí y eso significa que a veces los sueños se pueden hacer realidad. Lo único es que no me apetecía despertar de ese sueño. Ni aún me apetece. Creo que todavía no sé interpretar todas las cosas que me pasaron por la cabeza los dos días que estuve en Santiago de Compostela 2800 kilómetros después, 35 días más tarde…

No hay respuestas esperando a ninguna pregunta. Es un paso más de un Camino mucho más largo e importante que recorremos en la vida. Y yo sigo sin saber a dónde llega el mio.





este_es_el_momento

7 10 2010

Quedan apenas dos días para viajar a Alemania. Ahora, después de tanto tiempo, resulta que sí, que me voy a hacer este Camino.

Cuando pensé en junio que tal vez compraría una bicicleta para hacer alguna travesía desde luego nunca se me pasó por la cabeza que llegara este día. Creo que pensaba más en prepararlo todo que en que verdaderamente llegara el momento. Y así cada día hasta hoy, preparando cosillas, mirando y planeando, incluso saliendo con la bici a entrenar para estar preparado.

He ido sintiendo emoción y temor conforme pasaban los días pero en todo momento ha sido algo ‘utópico’ en plan ‘estoy preparando un viaje’. Ya está todo preparado y no me queda más que esperar a que acabe la cuenta atrás y estar allí el lunes, volando hacia Kaiserslautern.

Y empiezo a sentir otra clase de emociones. He descubierto preocupación, más miedo quizás por el tiempo, mejor dicho por el mal tiempo, pero sobre todo lo que siento más profundamente es una inmensa excitación que no hace más que traer imágenes a mi mente de todas las cosas y lugares que quiero ver. Es increíble, si pudiera explicarlo bien con palabras… no dejo de imaginar el momento en el que con la credencial sellada en Speyer, me suba a la bicicleta y comience a pedalear. ¿Hará frío, lloverá, será un día gris, saldrá el sol, a qué se olerá, cuánto pesará la bicicleta, cómo será la ciudad, y las casas, y la gente, y las primeras calles saliendo de la ciudad… ?

Ahora mismo, sin haber empezado y sin saber cómo acabará puedo aseguraros que merece la pena intentarlo nada más que por esto que se siente en los previos de modo que en todo momento, salga como salga, voy a animaros a que os atreváis a algo así siempre que se os pase por la cabeza y tengáis ocasión para ello, en serio, no lo dejéis pasar.

He preparado un itinerario que recorre Francia de este a oeste. Quiero entrar en Siuza para bordear los lagos Neuchâtel y Léman o de Genève. Descubrir la ribera del Ródano o los pueblos que la UNESCO ha declarado Patrimonio de la Humanidad a lo largo del GR65FR. Quiero subir al Mt.-Ste.-Odile aunque me cueste casi una jornada más de pedaleo. Dormir en medio de un bosque, junto a un río y en la cima de alguna colina o montaña si se tercia. Quiero tomarme un café con leche en algún café de pueblo en el que los aldeanos hablen otro idioma, mirarlos, sentir su día a día y seguir mi camino y quiero despertarme helado de frío y calentar un poco de leche a la que echarle unos pocos cereales y algún trocito de chocolate y desayunar entre la bruma del amanecer o en el avance de la tienda mientras llueve con el constante repiqueteo de las gotas en el techo de la tienda y pensando en cómo voy a pedalear ese día. Me apetece oler a leña quemada en alguna aldea, parar y mirar alrededor, poder sentarme en una terraza en Lausana disfrutando de la multitud y almorzar junto a un mojón de carretera en algún tramo entre algún pueblo. En fin, tantas cosas en las que pienso… lo mejor de todo es que no puedo imaginar siquiera cómo va a ser y las cosas que me van a apetecer en verdad una vez esté allí. Es una clase de incertidumbre fantástica. Eso sí, me apetece llegar a Santiago, sentarme en la esterilla frente a la Catedral, en la Plaza del Obradoiro, y dejar pasar la tarde entera y eso creo que me seguirá apeteciendo cada día.

Lo dicho; en un par de días me voy. Como no sé si volveré a conectarme antes, aprovecho para despedirme y mandar a todos un abrazo muy fuerte.


Quedan apenas dos días para viajar a Alemania. Ahora, después de tanto tiempo, resulta que sí, que me voy a hacer este Camino.

Cuando pensé en junio que tal vez compraría una bicicleta para hacer alguna travesía desde luego nunca se me pasó por la cabeza que llegara este día. Creo que pensaba más en prepararlo todo que en que verdaderamente llegara el momento. Y así cada día hasta hoy, preparando cosillas, mirando y planeando, incluso saliendo con la bici a entrenar para estar preparado.

 

He ido sintiendo emoción y temor conforme pasaban los días pero en todo momento ha sido algo ‘utópico’ en plan ‘estoy preparando un viaje’. Ya está todo preparado y no me queda más que esperar a que acabe la cuenta atrás y estar allí el lunes, volando hacia Kaiserslautern.

 

Y empiezo a sentir otra clase de emociones. He descubierto preocupación, más miedo quizás por lo que el tiempo, mejor dicho por el mal tiempo, pero sobre todo lo que siento más profundamente es una inmensa excitación que no hace más que traer imágenes a mi mente de todas las cosas y lugares que quiero ver. Es increíble, si pudiera explicarlo bien con palabras… no dejo de imaginar el momento en el que con la credencial sellada en Speyer, me suba a la bicicleta y comience a pedalear. ¿Hará frío, lloverá, será un día gris, saldrá el sol, a qué se olerá, cuánto pesará la bicicleta, cómo será la ciudad, y las casas, y la gente, y las primeras calles saliendo de la ciudad… ?

 

Ahora mismo, sin haber empezado y sin saber cómo acabará puedo aseguraros que merece la pena intentarlo nada más que por esto que se siente en los previos de modo que en todo momento, salga como salga, voy a animaros a que os atreváis a algo así siempre que se os pase por la cabeza y tengáis ocasión para ello, en serio, no lo dejéis pasar.

 

He preparado un itinerario que recorre Francia de este a oeste. Quiero entrar en Siuza para bordear los lagos Neuchâtel y Léman o de Genève. Descubrir la ribera del Ródano o los pueblos que la UNESCO ha declarado Patrimonio de la Humanidad a lo largo del GR65FR. Quiero subir al Mt.-Ste.-Odile aunque me cueste casi una jornada más de pedaleo. Dormir en medio de un bosque, junto a un río y en la cima de alguna colina o montaña si se tercia. Quiero tomarme un café con leche en algún café de pueblo en el que los aldeanos hablen otro idioma, mirarlos, sentir su día a día y seguir mi camino y quiero despertarme helado de frío y calentar un poco de leche a la que echarle unos pocos cereales y algún trocito de chocolate y desayunar entre la bruma del amanecer o en el avance de la tienda mientras llueve con el constante repiqueteo Quedan apenas dos días para viajar a Alemania. Ahora, después de tanto tiempo, resulta que sí, que me voy a hacer este Camino. Cuando pensé en junio que tal vez compraría una bicicleta para hacer alguna travesía desde luego nunca se me pasó por la cabeza que llegara este día. Creo que pensaba más en prepararlo todo que en que verdaderamente llegara el momento. Y así cada día hasta hoy, preparando cosillas, mirando y planeando, incluso saliendo con la bici a entrenar para estar preparado. He ido sintiendo emoción y temor conforme pasaban los días pero en todo momento ha sido algo ‘utópico’ en plan ‘estoy preparando un viaje’. Ya está todo preparado y no me queda más que esperar a que acabe la cuenta atrás y estar allí el lunes, volando hacia Kaiserslautern. Y empiezo a sentir otra clase de emociones. He descubierto preocupación, más miedo quizás por lo que el tiempo, mejor dicho por el mal tiempo, pero sobre todo lo que siento más profundamente es una inmensa excitación que no hace más que traer imágenes a mi mente de todas las cosas y lugares que quiero ver. Es increíble, si pudiera explicarlo bien con palabras… no dejo de imaginar el momento en el que con la credencial sellada en Speyer, me suba a la bicicleta y comience a pedalear. ¿Hará frío, lloverá, será un día gris, saldrá el sol, a qué se olerá, cuánto pesará la bicicleta, cómo será la ciudad, y las casas, y la gente, y las primeras calles saliendo de la ciudad… ? Ahora mismo, sin haber empezado y sin saber cómo acabará puedo aseguraros que merece la pena intentarlo nada más que por esto que se siente en los previos de modo que en todo momento, salga como salga, voy a animaros a que os atreváis a algo así siempre que se os pase por la cabeza y tengáis ocasión para ello, en serio, no lo dejéis pasar. He preparado un itinerario que recorre Francia de este a oeste. Quiero entrar en Siuza para bordear los lagos Neuchâtel y Léman o de Genève. Descubrir la ribera del Ródano o los pueblos que la UNESCO ha declarado Patrimonio de la Humanidad a lo largo del GR65FR. Quiero subir al Mt.-Ste.-Odile aunque me cueste casi una jornada más de pedaleo. Dormir en medio de un bosque, junto a un río y en la cima de alguna colina o montaña si se tercia. Quiero tomarme un café con leche en algún café de pueblo en el que los aldeanos hablen otro idioma, mirarlos, sentir su día a día y seguir mi camino y quiero despertarme helado de frío y calentar un poco de leche a la que echarle unos pocos cereales y algún trocito de chocolate y desayunar entre la bruma del amanecer o en el avance de la tienda mientras llueve con el constante repiqueteo de las gotas en el techo de la tienda y pensando en cómo voy a pedalear ese día. Me apetece oler a leña quemada en alguna aldea, parar y mirar alrededor, poder sentarme en una terraza en Lausana disfrutando de la multitud y almorzar junto a un mojón de carretera en algún tramo entre algún pueblo. En fin, tantas cosas en las que pienso… lo mejor de todo es que no puedo imaginar siquiera cómo va a ser y las cosas que me van a apetecer en verdad una vez esté allí. Es una clase de incertidumbre fantástica. Eso sí, me apetece llegar a Santiago, sentarme en la esterilla frente a la Catedral, en la Plaza del Obradoiro, y dejar pasar la tarde entera y eso creo que me seguirá apeteciendo cada día.

Lo dicho; en un par de días me voy. Como no sé si volveré a conectarme antes, aprovecho para despedirme y mandar a todos un abrazo muy fuerte.

Quedan apenas dos días para viajar a Alemania. Ahora, después de tanto tiempo, resulta que sí, que me voy a hacer este Camino.

Cuando pensé en junio que tal vez compraría una bicicleta para hacer alguna travesía desde luego nunca se me pasó por la cabeza que llegara este día. Creo que pensaba más en prepararlo todo que en que verdaderamente llegara el momento. Y así cada día hasta hoy, preparando cosillas, mirando y planeando, incluso saliendo con la bici a entrenar para estar preparado.

 

He ido sintiendo emoción y temor conforme pasaban los días pero en todo momento ha sido algo ‘utópico’ en plan ‘estoy preparando un viaje’. Ya está todo preparado y no me queda más que esperar a que acabe la cuenta atrás y estar allí el lunes, volando hacia Kaiserslautern.

 

Y empiezo a sentir otra clase de emociones. He descubierto preocupación, más miedo quizás por lo que el tiempo, mejor dicho por el mal tiempo, pero sobre todo lo que siento más profundamente es una inmensa excitación que no hace más que traer imágenes a mi mente de todas las cosas y lugares que quiero ver. Es increíble, si pudiera explicarlo bien con palabras… no dejo de imaginar el momento en el que con la credencial sellada en Speyer, me suba a la bicicleta y comience a pedalear. ¿Hará frío, lloverá, será un día gris, saldrá el sol, a qué se olerá, cuánto pesará la bicicleta, cómo será la ciudad, y las casas, y la gente, y las primeras calles saliendo de la ciudad… ?

 

Ahora mismo, sin haber empezado y sin saber cómo acabará puedo aseguraros que merece la pena intentarlo nada más que por esto que se siente en los previos de modo que en todo momento, salga como salga, voy a animaros a que os atreváis a algo así siempre que se os pase por la cabeza y tengáis ocasión para ello, en serio, no lo dejéis pasar.

 

He preparado un itinerario que recorre Francia de este a oeste. Quiero entrar en Siuza para bordear los lagos Neuchâtel y Léman o de Genève. Descubrir la ribera del Ródano o los pueblos que la UNESCO ha declarado Patrimonio de la Humanidad a lo largo del GR65FR. Quiero subir al Mt.-Ste.-Odile aunque me cueste casi una jornada más de pedaleo. Dormir en medio de un bosque, junto a un río y en la cima de alguna colina o montaña si se tercia. Quiero tomarme un café con leche en algún café de pueblo en el que los aldeanos hablen otro idioma, mirarlos, sentir su día a día y seguir mi camino y quiero despertarme helado de frío y calentar un poco de leche a la que echarle unos pocos cereales y algún trocito de chocolate y desayunar entre la bruma del amanecer o en el avance de la tienda mientras llueve con el constante repiqueteo de las gotas en el techo de la tienda y pensando en cómo voy a pedalear ese día. Me apetece oler a leña quemada en alguna aldea, parar y mirar alrededor, poder sentarme en una terraza en Lausana disfrutando de la multitud y almorzar junto a un mojón de carretera en algún tramo entre algún pueblo. En fin, tantas cosas en las que pienso… lo mejor de todo es que no puedo imaginar siquiera cómo va a ser y las cosas que me van a apetecer en verdad una vez esté allí. Es una clase de incertidumbre fantástica. Eso sí, me apetece llegar a Santiago, sentarme en la esterilla frente a la Catedral, en la Plaza del Obradoiro, y dejar pasar la tarde entera y eso creo que me seguirá apeteciendo cada día.

 

Lo dicho; en un par de días me voy. Como no sé si volveré a conectarme antes, aprovecho para despedirme y mandar a todos un abrazo muy fuerte.

de las gotas en el techo de la tienda y pensando en cómo voy a pedalear ese día. Me apetece oler a leña quemada en alguna aldea, parar y mirar alrededor, poder sentarme en una terraza en Lausana disfrutando de la multitud y almorzar junto a un mojón de carretera en algún tramo entre algún pueblo. En fin, tantas cosas en las que pienso… lo mejor de todo es que no puedo imaginar siquiera cómo va a ser y las cosas que me van a apetecer en verdad una vez esté allí. Es una clase de incertidumbre fantástica. Eso sí, me apetece llegar a Santiago, sentarme en la esterilla frente a la Catedral, en la Plaza del Obradoiro, y dejar pasar la tarde entera y eso creo que me seguirá apeteciendo cada día.

 

Lo dicho; en un par de días me voy. Como no sé si volveré a conectarme antes, aprovecho para despedirme y mandar a todos un abrazo muy fuerte.





el_blog

2 09 2010

He iniciado un nuevo blog a pequeña escala para recopilar toda la informacion que vaya apareciendo en torno al Camino de Santiago que voy a hacer este mes de octubre.

En unos dias tendre todo ahi y sera mas comodo consultar los detalles.





speyer

26 08 2010

Tenia pensado iniciar el Camino desde Kaiserslautern atravesando el Pfalzer Wald hasta Wissembour o Walbourg en una primera jornada sin embargo ha ocurrido que he descubierto que probablemente Speyer pueda considerarse como el Origen del Camino en Alemania al encontrarse allí la edificación románica mas grande de Europa después de la Abadía de Cluny y además tratarse de la Catedral Imperial Cristiana Católica Apostólica Romana de mayor relevancia en todo el territorio.

Me ha parecido muy significativo a la hora de replantearme el punto de partida de mi Camino. Ya veré que hago.





accesorios

23 08 2010

Ya empecé hace algunos días con la lista de cosas que llevo para la travesía. Estoy intentando ser lo más conciso posible, indicando dónde he comprado o compraré las cosas, las cantidades y detalles así como el precio de todo que se va sumando por páginas. En cada página se muestran los artículos de una categoría según una clasificación que me he hecho a mi gusto para entenderme mejor: Material bici, Herramientas y repuestos, Accesorios y complementos, Acampada, Aseo e higiene general, Alimentación y consumibles, Botiquín y Ropa.

Podréis ver que aún no esta completo. Lo iré actualizando poco a poco conforme vaya teniendo cosas. A modo de observación, comentaros que hay cosas que yo tengo sin embargo igualmente he buscado los sitios donde las compraría para adquirirlas al mejor precio de forma que si alguien no las tiene pueda intentarlo por ahí. Como siempre, se aceptan todo tipo de sugerencias.





dineros

18 08 2010

En plenos preparativos, he pensado que no estaría mal intentar llevar un pequeño seguimiento de lo que me esta costando este viaje. Así que se me ha ocurrido hacer una pequeña hoja de calculo en la que reflejar eso precisamente, los gastos. Por un lado aparecen las cosas que ya he adquirido. Por otro lado las que me queda que comprar; conforme voy adquiriendo cosas las voy subiendo al apartado de arriba. Y en un ultimo lugar otros gastos como viajes en avion o tren y transportes, etc.

Lo siguiente sera incluir alimentacion, etc. pero lo hare un poquito mas adelante. Y también quisiera incluir aquellas cosas que no he puesto porque de hecho las tengo y no he necesitado comprarlas porque creo que seria interesante poder disponer de un listado completo para aquellos que se inicien de primeras.

A continuación podéis ver un modelo que podéis usar con vuestros detalles e incluso mejorarlo pues es muy básico, en formato .ods (OpenOffice Calc) y un .pdf que refleja detalles de mi viaje.

Por supuesto, una vez lo acabe seguro que encontráis cosas que echáis en falta. Os pido encarecidamente que me las comentéis pues ya sabeis que es mi primera travesia de este tipo y es probable, por no decir seguro, que aun a pesar de todos mis intentos por evitarlo, me olvide de algo o simplemente me pase desapercibido debido a la inexperiencia.

Nos vemos pues en el foro. ¡Un saludo bicigrinos!





etapas

16 08 2010

Poco a poco va aclarándose todo.
En principio, porque no recuerdo si anteriormente comente las etapas que probablemente haría. La idea es poder hacerme una idea de la cantidad de días que podría necesitar. Ahora el planning esta un poquito mas evolucionado. Las etapas están mas claras para mi, sera que me voy haciendo a la idea, siempre con la premisa inamovible de que son únicamente orientativas, como una referencia, dado que luego me gustaría poder dejarme llevar por el Camino.

Así pues, acabo de colgar un planning y un pequeño mapa de las etapas, un overview de todo el Camino completo. En el planning veréis los pueblos por los que en teoría pasare siguiendo el Der Jakobsradweg en Alemania, el Le Chemin de Saint-Jacques de Compostelle, Poidientis, en Francia y el Camino de Santiago Francés en España. Las etapas, como veis, creo que estan bien diseñadas teniendo en cuenta la flojera de los primeros días por ejemplo o las montañas entre Cluny y Le Puy-en-Velay que me costaran mas jornadas. También hay unos días que los he llamado ‘de respaldo’. Son para eso, respaldar cualquier necesidad, emergencia o capricho que suponga una demora. Se que me puedo retrasar 11 días, no mas. Y también están contados ya los días de viaje, preparativos, etc. que también hay que considerarlos.

Por otro lado, en el mapa no he incluido las fechas aun, pero si aparecen en el plannig. Tal vez pueda usarlo para cotejar los planes con los resultados.

Intento, por cierto, evitar pasar la noche en Burgos o en Strasburgo, por citaros algunos ejemplos. He mirado cuales eran las poblaciones con menos servicios y a esas es a las que me gustaría llegar al final de las etapas, pero vamos, lo mismo de siempre, que luego como se presente.

A parte de todo esto, estoy haciendo mis propios mapas desde Kaiserslautern hasta Le Puy-en-Velay. En cuanto los tenga completos igualmente los colgare para que podáis echarles un vistazo.
Me han sugerido el GPS. De momento toca imprimir con el plotter y doblar a 270×270 en la plegadora, que es el tamaño de la ‘pantalla’ del portamapas 😀
Otro año me comprare un GPS, que me he quedado sin un duro con todas las pamplinas estas. Por cierto, acabo de comprar el saco… Ajungilak Kompakt Winter… ¡que delicia!… estoy deseando que haga frío para meterme dentro.

En fin, espero que todo esto sea útil y cuando menos entretenido para alguien. Aprovecho para agradecerle a Tomas que haya incluido este blog en bicigrinos.com. ¡Un saludo!.

¡Un saludo a todos!