Es emblemático, está oculto en uno de los barrios de Cartagena, es conocido y sin embargo capaz de sorprender a todos, es dulce y romántico, es viejo y renovado… huele a frutas, infusiones y esperanzas… las de quienes aprecian tanto a alguien como para llevarle ahí a compartir momentos. Es Villa Esperanza… ¿no la conoces?…
Sabéis que estuve centando con voluntarios y colaboradores del Teléfono de la Esperanza… Todos hemos escuchado y sabemos de qué va el asunto pero yo reconozco que me he impresionado. Impresionado e intrigado. Y por eso he visitado la web, para saber algo más. Y por eso voy a intentar ir al curso que van a dar sobre el ‘Arte de comunicar, comunicarse y escuchar adecuadamente’. Me he dejado seducir suficientemente como para aprovechar la ocasión e invitaros a los que estéis o podáis estar interesados, creo que merece la pena. Este curso del que hablo se celebra los días 27, 28 y 29 de marzo de 2009 en el Colegio Público «Gabriela Mistral» de la Barriada Hipanoamérica de Cartagena. En fin, como os decía, he visitado la web y esta es su historia:
El Teléfono de la Esperanza considera su fecha oficial de inicio el 1 de octubre de 1.971, en Sevilla. El impulsor de esta idea fue Serafín Madrid, persona creativa y emprendedora, que anteriormente se había distinguido por la creación de otras obras sociales de vanguardia en España y en Suramérica.
El marco en el que surgió el Teléfono de la Esperanza fue la ciudad de S. Juan de Dios, en Alcalá de Guadaira (Sevilla), creada también por Serafín Madrid, con un planteamiento totalmente progresista en el ámbito de la formación y rehabilitación de disminuidos físicos, psíquicos y sensoriales. Junto al personal especializado en instituciones de rehabilitación, Serafín Madrid integró también un grupo amplio de especialistas en Psicología, Trabajo Social, Psiquiatría, Psicopedagogía y Psicoterapia, algo totalmente novedoso e incluso controvertido en aquellos tiempos. Además de las funciones de rehabilitación física y de enseñanza escolar y profesional, desarrolló todo un sistema de psicoterapia individual, terapia de grupo, tratamiento familiar y contacto con el medio social con un enfoque distinto del seguido en aquella época por otras instituciones asistenciales.
La creación del Teléfono de la Esperanza no fue obra de la casualidad ni de la improvisación, sino que fue fruto de un largo proceso de estudio y experimentación. Durante dos largos años, Serafín Madrid se dedicó con algunos profesionales de la Ciudad de S. Juan de Dios a visitar las ciudades españolas más importantes para detectar los problemas psicosociales más acuciantes, y a tomar contacto con los organismos e instituciones existentes. Paulatinamente fue delimitando la problemática social más candente: la intervención en crisis en una sociedad en cambio.
El título no tiene nada que ver… ¿o sí?… a ver; hoy estoy trabajando pero ayer no así que os cuento de todo un poquito. Ya el viernes por la tarde cuando estaba preparando los materiales que nos harían falta para los Scouts se auguraba algo. Aprovechando que se reunía el Comité de padres me dejé caer por el local para que ellos mismos me ayudaran a descargar del coche todos los sacos de material, etc. Y de ahí nos vamos a clase, con Amparo, en Nuria Más. Esa noche, la del viernes, en Abraxas se presentaba de nuevo el MurciaFusión y se celebraba con una actuación de Elle Dance, así que nos fuímos a Murcia, a Abraxas y bueno, no os voy a decir nada… da un poquillo de cosa porque de verdad que allí la gente sabe bailar. Un saludo para los de Lorca, por cierto.
En fin, que como cuando uno va a Abraxas, vuelve tarde a Cartagena y para que no se diga madruga y se va a arreglar algo en el local con los chavales, los Scouts, porque estamos ‘reparando’ (haciendo chapucillas) en el local en un intento de adecentarlo un poquillo. Hemos ‘arreglado’ los bordillos de los árboles. Para eso hemos puesto unas planchas de acero galvanizado en torno y por dentro de los bordillos viejos y las hemos rellenado con el mortero. Creo que ha triunfado el asunto… luego no tenemos más que desclavar las planchas y listo, a ver, dentro de un par de semanas que volveremos.
Pasa la mañana, nos vamos a comer, nos arreglamos y nos vamos a Los Mateos a un taller que Amparo tiene preparado allí, de baile. Resulta que ese taller es para celebrar la presentación de la Caja del Tiempo ’09, un proyecto del que a continuación os hablaré. Así que están allí Enri y Ana, de JC que me alegró mucho veros… bueno, y mucha más gente… el caso, que pasa la merienda de los chavales, el taller y hay que ir a cenar.
También, luego, os contaré de qué va la movida de la maleta en el coche y poder ir a donde sea cuando sea, pero de momento nos quedamos con que me fui a la Strada a tomar un cafetillo, aproveché para cambiarme de ropa y adecentarme un poquito e ir al Hotel Carlos III para cenar con Amites, que no son otros que Amigos del Teléfono de la Esperanza.
Allí fui porque me invitó a ir Ricardo que nos conocemos de ir a clases de baile juntos. El caso es que la cena transcurrió perfectamente y después de una rifa que hicieron de pequeños electrodomésticos, y de haberme informado debidamente, también os contaré cosillas más adelante sobre cursos que hay y demás, me fui al Changó… breve encuentro en la Strada con Fran y cía y lo dicho, al Changó… y ahí pues nada… podéis mirar las fotos y tal, que ya nos conocemos todos y listo porque de ir a tomar una cervecita a estar allí aquellas dos o tres horas… y es que allí ¡pasa el tiempo volando! Bueno, no se me puede olvidar, saludar a Juan, a mi tocayo Pedro, ¡a Rocío!, quién lo iba a decir, la gente de la Unión que estuvo también allí, Juanjo que no deja de sorprenderme, Jose y Cuco, que cada día aquello está mejor, por supuesto Amparico y Rodri, que me alegró veros allí una barbaridad, el otro Jose, que no tiene altura volviendo ¡a las séis de Abraxas!, y Juanjo, de Coruña, que en nada le tiene cogido el puntito a esto. Carolina y Carlos… esta semana empezamos, y mucha otra gente que incluso ayer mismo conocí, un saludo a todos. Aún así aprovecho para llamar a otros, invitarlos sutilmente, porque deben saber que se les echó de menos y a mí me gustaría verlos por allí con un poquito de asiduidad.
Y yo creo que días así hacen cambiar el ritmo:) ¡un abrazo a todos!
Desistí del intento de entender. No comprendía por qué me costaba tanto pasar esa página y creo que me pasaba días enteros buscando la respuesta. Casi un año después descubro que hay sentimientos mejores. Eso ya lo sabía, todos lo sabemos, siempre hay alguien a quien somos capaces de querer más, capaz de querernos más aún, de superar nuestras expectativas con creces, lo que ocurre es que hay que encontrar a esa persona. Es un tesoro, sabemos que está, pero no a la vista. Y no hay mapas misteriosos que desvelan el secreto. Desistí de intentar comprender qué había ocurrido el mismo día que comencé a preguntarme qué podría ocurrir. Sí. Porque conseguías que me olvidara por completo de historias del pasado, conseguías que pensar en ellas fuera algo así como contemplar mi propia superación. Y entonces mirar atrás no me hacía daño, al contrario, me enorgullecía y me convencía más aún de lo capaz que sería de conseguir todo cuanto quisiera. Incluida tú. Ahora… ha pasado otro año y la sonrisa se presta irónica. Intenté convencerme de que a pesar de todo no cambiaría nada de lo que ha ocurrido… pero creo que sí que cambiaría algunas cosas; quizás cambiaría aquello que no nos merecíamos ninguno de los dos, sí, pero no puedo… es lo que hay.
Algo ha cambiado no obstante.
Anoche hicimos la travesía de la Asociación Deportiva Leiva. El punto de partida era el Santuario de Nuestra Señora de la Esperanza.
No ganamos, por cierto, porque me perdí, pero bueno. El caso es que es una experiencia. Yo personalmente no estaba preparado para esto, es lo que hay. No hay que correr, es mucho mejor no equivocarse de camino, desde luego. La cuestión es que ayer noche había allí más de 900 personas inscritas para salir a andar en medio de la noche en dos modalidades de travesías, ‘corta’ y ‘larga’, en busca de balizas escondidas en las que marcar nuestra hoja, de puntos de control, que se preguntaba uno cómo se podía ocultar una cosa tan grande a los ojos de nadie en la noche, vadeando ríos, etc. y más tarde acampando allí. Es increíble. Eso sí es Ocio y Tiempo Libre Alternativo, desde luego.
Bueno, ciertamente ha sido una experiencia espectacular y creo que se lo han currado a la hora de preparar la ruta. Por otro lado, la inscripción cuesta 20EUR, y éramos 905 inscritos. Eso debe haber servido para cubrir los gastos del seguro que supongo que tendrían y de avituallamiento de los participantes, y creo que en este aspecto quizás se hubieran podido mejorar un par de detalles. Pero también supongo que son pequeños detalles que se puede dejar pasar nada más que a cambio de la oportunidad que nos brindan de tener esta experiencia y que se trata de cerca de 1000 personas y no tiene que ser tarea sencilla organizar algo así para tanta gente. En definitiva, volveremos, supongo, ¿no?.
Es otra historia...
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Otra forma de ver las fotos.
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