Soy responsable de las baterías que consumo. En parte debe ser así, pero no del todo. El fabricante también debe asumir alguna responsabilidad sobre aquel producto que está poniendo en el mercado. Esto es evidente. Sin embargo no tienen esa obligación. Mirad, a ver si consigo explicaros lo que pienso. Se exige a la empresa que cumpla con una normativa medioambiental, de calidad y de seguridad a la hora de fabricar un producto con el fin de que preservar el medio y prestar garantías suficientes al consumidor final. Lo que ocurre es que se trata de un producto que genera un ‘deshecho’ altamente contaminante y no exísten dispositivos adecuados para su gestión. Todos conocemos los recipientes que Ayuntamientos habilitan, bien por cuenta propia o bien a través de empresas subcontratadas, para depositar pilas usadas en ellos y eso ciertamente facilita nuestra labor o quizás deriva las responsabilidades de unos a otros, quiero decir, del fabricante al consumidor. Somos nosotros los responsables exclusivos de la contaminación de una batería. Las baterías y/o pilas contienen materiales y sustancias considerados ‘PELIGROSOS’ tales como sulfuros, óxidos de mercurio, cadmio, níquel, fosfatos de hierro, hidruros metálicos, zinc, dióxido de manganeso, plomo, ácido, plata… en fin, no hace falta que siga. A falta de experiencia, no somos especialistas en la manipulación de sustancias peligrosas, las guardamos en casa, en un botecito, o las echamos en el cubo que hay en la escuela o en el instituto sin tener en cuenta las medidas de seguridad que puede requerir el tratamiento de estas sustancias y por supuesto al alcance de los niños tanto que incluso les sugerimos que hagan así, que guarden las pilas usadas hasta que encuentren un lugar ‘adecuado’ en el que tirarlas… yo mismo hace tiempo llegué a tener en casa una bolsa de las de la compra llena de baterías y pilas de todos tipos esperando la ocasión de tirarlas todas hasta el punto que algunas se desensamblaron y perdieron ácido… en fin, algo verdaderamente peligroso y perjudicial para la salud y el medio y seguro que alguien habrá tenido alguna experiencia similar.
Yo no sé cuánto tardan en asimilarse esos materiales y sustancias que contiene una pila cuando la arrojamos al cubo de la basura, se la llevan a la incineradora y la queman o cuando la tiras a la calle, pasa la máquina barredora y la empuja hasta la boca de la alcantarilla y cae dentro… tampoco sé que impacto ambiental puede tener, pero no hay que ser ducho en la materia para hacerse una idea de que no puede ser nada bueno.
Ayer encontré más de 75 baterías de botón en el suelo, en la calle… imagino que sería un accidente, a alguien se le caerían de alguna bolsa o recipiente cuando iba a llevarlas a reciclar, pero bueno, el caso es que estaba la acera salpicada de pilas y nadie las recogía… ahí estaban… no las pude recoger todas porque algunas ya habían caído a la alcantarilla y otras las veía debajo de coches que estaban aparcados, pero al menos…
Y ahora pensando y después de haber leído algunas cosillas sobre el tema… imaginaros algo… en Alemania si vas a comprar, al supermercado, agua embotellada y llevas las botellas vacías, te reembolsan unos céntimos, tal vez 10 céntimos de euro pero suponen un ahorro en la compra de la nueva botella de agua, estoy hablando de los PET, las mismas que nosotros chafamos y tapamos para que no se expandan y tiramos al contenedor amarillo… así que cuando van al supermercado se llevan la cesta (o la bolsa) llena de botellas de agua vacía que no pesan nada y saben que comprar agua les va a costar menos porque les van a reembolsar algo en cuanto las entreguen. Ahora bien, ¿os imagináis que nos descontaran algo si al ir a comprar pilas lleváramos las viejas? sería estupendo que estuviera regulado, que los vendedores fueran los responsables de devolver los resíduos a los fabricantes y estos últimos de gestionar su descarte de forma adecuada. Esto ayudaría muchísimo a preservar el medio, fomentaría sin duda el reciclaje ya que hay ‘un motivo’ o ‘una compensación’ extra, añadida a la satisfacción que supone contribuír de esa forma, y además, por otro lado, reciclar las baterías usadas, su recogida, su transporte y su gestión no correría tanto a cargo de los usuarios como ocurre cuando es la administración local la encargada de ello. Yo personalmente las llevaría, para qué os voy a mentir, y creo que muchos de vosotros también.
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